Anabelle Smith
Anabelle Smith (AU)
Biography
Anabelle Smith comenzó su viaje en el mundo del clavado a los 11 años. Desde joven, estaba decidida a lucir los colores verde y oro en los Juegos Olímpicos, aunque inicialmente exploró varios deportes antes de encontrar su pasión por el clavado. A los 14 años, Anabelle dedicaba hasta 30 horas a la semana a su entrenamiento, perfeccionando gradualmente sus habilidades.
En 2008, su dedicación dio frutos cuando fue admitida en el prestigioso Instituto de Deportes de Victoria. Ese mismo año, recibió el Premio de Beca del Salón de la Fama del Deporte de Australia, proporcionándole financiación crucial y mentoría de Debbie Watson OAM. Su carrera juvenil floreció, marcada por logros significativos que incluyen el premio Pierre de Coubertin y dos medallas de bronce en los Campeonatos Mundiales Juveniles.
A los 17 años, Anabelle compitió en sus primeros Juegos de la Commonwealth en Delhi, ganando una medalla de bronce en el evento sincronizado de plataforma de 10 m. Su sueño olímpico se hizo realidad en 2012 cuando representó a Australia en los Juegos Olímpicos de Londres, terminando en quinto lugar en el evento sincronizado de trampolín de 3 m.
Con los años, Anabelle continuó destacándose, reclamando una medalla de bronce en los Juegos de la Commonwealth de 2014 en Glasgow y en los Juegos Olímpicos de Río 2016. En 2018, añadió otra medalla de bronce a su colección en los Juegos de la Commonwealth en Gold Coast.
El liderazgo de Anabelle se extendió más allá de la piscina al servir en el Comité Asesor de Atletas del Instituto Australiano de Deportes y en la Junta del Club de Olímpicos de Victoria. Su compromiso con el deporte se demostró aún más en 2021 cuando se clasificó para sus terceros Juegos Olímpicos en Tokio, terminando en el puesto 14 en la semifinal.
El pináculo de su carrera llegó en 2022 cuando Anabelle y su pareja de clavados, Maddison Keeney, ganaron el oro en los Juegos de la Commonwealth en Birmingham y aseguraron una medalla de plata en los Campeonatos Mundiales de 2024, garantizando su lugar en los Juegos Olímpicos de París. Reconocida por su espíritu y determinación, Anabelle fue honrada con el Premio Espíritu Sarah Tait en 2022. También posee un título en Ciencias del Ejercicio y el Deporte de la Universidad Católica Australiana, mostrando su dedicación tanto a su deporte como a la educación.